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La picadura de chinche
La picadura de chinche es muy difícil de detectar ya que se puede confundir fácilmente con una picadura de mosquito o, simplemente, podemos no notarla o dar por hecho que es una reacción alérgica. Además, los síntomas suelen aparecer unos días más tarde y cuesta saber dónde y cuándo pudo producirse la picadura.
Por eso es importante estar alerta y, si sospechamos que tenemos lo que podría ser una picadura de chinche, deberíamos identificarla como tal y buscar dónde y cuándo se pudo producir para localizar el foco de la plaga y terminar con ella.
¿Cómo es una picadura de chinche?
La picadura de chinche es parecida a la de otros insectos: un puntito inflamado de color rojo en la piel. La característica particular de la picadura de chinche es que normalmente aparecen en grupo, siguiendo un patrón (línea recta, cerca de las venas…) en zonas de piel expuesta como los brazos o el cuello.
Los chinches suelen picar de noche, cuando estás durmiendo. Lo hacen en grupo y además te inyectan una sustancia analgésica para que no te pique y así no te despiertes, así que te darás cuenta de la picadura por la mañana.
¿Dónde están los chinches?
Si crees que tienes una picadura de chinche pero no encuentras al culpable, es hora de registrar tu hogar. Lo primero que debes hacer es revisar tu cama: mira en la cabecera y el somier, en las gritas de la madera, y en las costuras de las sábanas. Busca puntitos negros que pueden ser las heces del chinche. Revisa también muebles cercanos como la mesilla de noche, enchufes, zócalos, patas, maletas…
También es posible que estén en otra parte de la casa, por lo que deberías mirar en el sofá y otros sitios parecidos que puedan ser el escondite de los chinches. Una vez los localices, usa los productos insecticidas adecuados y aspira a fondo para deshacerte de ellos. Así evitarás la picadura de chinche.